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La pereza y el amor

cespinosa

La combinación de estas dos palabras, en una relación de pareja, puede eventualmente, ser un factor de alto riesgo en la configuración de una relación, si no están bien equilibradas ¿A qué me refiero?

  • En una relación estamos obligados a estar activos, tener propuestas.
  • En una relación se debe evitar caer en la rutina.
  • Ambos tienen que tener la apertura para escuchar una propuesta, asumirla y ejecutarla.
  • Es clave que los dos tengan iniciativas concretas, y que también sean muy receptivos a las propuestas que se haga uno al otro u otra, para evitar caer en la monotonía.
  • En una relación todos estamos en la obligación de ser activos para desarrollar un estilo de vida que nos genere satisfacción.

Pero cuando uno de los dos, o los dos, se mantiene en una posición en la que:

  • Se le hace una propuesta y dice “que pereza”.
  • Se le invita a algo y dice “que pereza”.
  • Se le pregunta algo y dice “que pereza”.
  • ¿Te gustaría pasear? y dice “que pereza”.

Es decir, se asume una posición pasiva, en la que ni propone, ni colabora, en apoyar las propuestas que se le hacen, la relación va por mal camino.

La pereza progresivamente se transforma en aburrimiento, el aburrimiento en desencanto, el desencanto en desmotivación, y cuando este proceso se instaura el desamor empieza a desplazar el amor.

Estar con una persona a la que todo le da pereza, progresivamente nos hace caer en la cuenta, que no tiene sentido pasar un minuto más a tu lado.

En la pereza las personas se desconectan a nivel afectivo y no estamos en una relación para sufrir, sino para crecer y disfrutar.

Dr. Rafael Ramos.