Es normal que, a muchos de nosotros, a diferentes niveles, en diferentes momentos de la vida la frustración nos visite.
Ésta se presenta cuando aquello que soñamos, o por lo que hemos trabajado simplemente no se da. La frustración se presenta, es normal, es parte de lo que nos toca vivir, frente a ella, es esperable sentir:
- Un fuerte desencanto por la vida.
- Una fuerte desilusión que nos atrapa en la parálisis emocional, las ganas de salir corriendo y dejar todo botado.
- Frente a ella se desarrollan dudas, con respecto a nuestras capacidades.
- En algún momento se da la tendencia a enterrar los sueños.
- Ganas de atarnos a nuestra zona de confort.
- Que los miedos a veces se hacen más grandes.
En fin, la frustración mal administrada, puede convertirse en nuestro peor enemigo, pero qué tal si te digo que la frustración nos puede traer múltiples beneficios:
- La frustración puede ayudarnos a desarrollar sensatez y prudencia, en el tanto nos permite analizar el por qué las cosas no se dieron, esto sin culpa y sin miedo, es comprender las razones.
- Cuando las cosas salen mal, lejos de frustrarnos, el fracaso debe asumirse como un nuevo reto, pues la otra opción es tirar la toalla y esto no aplica para personas que desean alcanzar los sueños.
- Un beneficio importante de la frustración, es la motivación para trabajar en buscar mejor información para establecer mejores estrategias, esta vez con el aprendizaje de lo vivido.
- La frustración contribuye a formar el carácter, a crear una voluntad firme, en el tanto cada caída nos pone frente a la posibilidad de trabajar con disciplina y con pasión.
- La frustración no puede ser vista como un túnel oscuro de culpabilización, por el contrario, nos tiene que poner frente a nuestra necesidad de aprendizaje para hacerlo bien la próxima vez.
- La frustración nos hace madurar, en el tanto se asume la vida con realismo, no siempre todo va a salir bien, esto implica desarrollar la capacidad de estar siempre relanzando nuestros retos.
- La frustración es una fuente de motivación que se fortalece, cuando dejamos el orgullo a un lado, nos permitimos reconocer nuestras carencias, para fortalecer la visión que tenemos de nosotros mismos.
- La frustración es una etapa, un momento, un capítulo, en la vida, que tiene que moverte a tratarte con misericordia y comprensión, no con autoculpabilización, pues esto te lleva a convertirte en tu peor enemigo.
- La frustración requiere desarrollar confianza en sí mismo, al margen de la crítica y las consecuencias que esta muchas veces implica.
- La frustración es el camino para transformar nuestros sueños, en acciones que propicien el poder vivir la vida que soñamos, a partir del trabajo que realizamos.
La vida tiene que ser abrazada en todos sus capítulos, en todos sus colores, a veces serán claros, otras veces oscuros, a veces con miedo, a veces con alegría, pero nunca sin esperanza y valentía.
Renunciar a nuestra capacidad de moldear nuestra historia, simplemente porque nos frustramos, es dejar de ser protagonistas de todo lo que podemos construir.
- ¿Estás dispuesto(a) a abrazar la frustración como la fuente de tu motivación?
- ¿Te vas a permitir ver la frustración como momento de análisis y de crecimiento emocional?
- ¿Estás listo para que la frustración se presente en el día a día de tu vida, como un inquilino mala paga al que no puedes sacar?
Espero que te puedas permitir soñar y creer que lo mejor está por venir, toda vez que trabajes duro para llegar a tus metas.
Dr. Rafael Ramos.