La combinación de estas dos palabras, en una relación de pareja, puede eventualmente, ser un factor de alto riesgo en la configuración de una relación, si no están bien equilibradas ¿A qué me refiero?
Pero cuando uno de los dos, o los dos, se mantiene en una posición en la que:
Es decir, se asume una posición pasiva, en la que ni propone, ni colabora, en apoyar las propuestas que se le hacen, la relación va por mal camino.
La pereza progresivamente se transforma en aburrimiento, el aburrimiento en desencanto, el desencanto en desmotivación, y cuando este proceso se instaura el desamor empieza a desplazar el amor.
Estar con una persona a la que todo le da pereza, progresivamente nos hace caer en la cuenta, que no tiene sentido pasar un minuto más a tu lado.
En la pereza las personas se desconectan a nivel afectivo y no estamos en una relación para sufrir, sino para crecer y disfrutar.
Dr. Rafael Ramos.
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