Parece ser que en un gimnasio francés, en la puerta de entrada, habían colgado el siguiente cartel: “Este verano, qué querés ser ¿ballena o sirena?” A lo cual, una mujer decidió responder con una carta que, posteriormente, apareció en prensa y, cómo no, en Internet y otros medios.
Las sirenas no existen. Y si existieran harían colas en las consultas de los psicoanalistas porque tendrían un grave problema de personalidad: ‘¿mujer o pescado?’ No tienen vida sexual porque matan a los hombres que se acercan a ellas, además ¿por dónde?. Así que tampoco tienen hijos. Son bonitas, es verdad, pero solitarias y tristes. Además ¿quien querría acercarse a una chica que huele a pescado?.
Yo lo tengo claro, quiero ser ballena.
PD : En esta época en que los medios de comunicación nos meten en la cabeza la idea de un ideal de belleza imposible, prefiero disfrutar de un helado con mis hijos, de una buena cena con un hombre que me haga vibrar, de un café con pastas con mis amigos. Con el tiempo ganamos peso porque al acumular tanta información en la cabeza, cuando ya no hay más sitio, se reparte por el resto del cuerpo, así que no estamos gordas, somos tremendamente cultas. Desde hoy cuando me vea el culo en el espejo pensaré, madre mía, lo lista que soy…