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¿Cómo actuar frente a las calificaciones de nuestros hijos?

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Inicia el año escolar y con este llegan las temidas calificaciones escolares. Las notas del curso debe ser un momento más de la vida familiar. No tire la casa por la ventana porque su hijo le ha traído unas calificaciones excelentes, ni sienta que es un enorme problema porque ha reprobado en todas.

¿Castigado por reprobar?

Antes de arremeter con furia contra su  hijo, pregúntese si le irrita el hecho que haya reprobado en sí o  si lo que realmente le molesta es que haya decepcionado las altas expectativas que tenia sobre el. Ahora replantéese si no eran excesivas.

A muchos padres les frustra enormemente el fracaso de sus hijos porque lo viven en persona”. Proyectan sus frustraciones en sus hijos, como deseado de alguna manera enmendar las metas no logradas en su infancia, pero en la persona de sus hijos. Otras veces sienten que son ellos los que han fracasado como padres, temen al qué dirán, más que la situación del menor y las causas de su bajo rendimiento. El problema es que no es su reprobación, sino el de su hijo. Arremeter de forma iracunda o plantear un castigo ejemplar durante largos lapsos de tiempo  no es la solución”, señala Ana Maria Fuentes  psicóloga especializada en niños.

El primer paso a dar es tratar de entender a su hijo y por mucho que externamente afirme no importarle, la idea de fracaso escuece. A fin de cuentas, quien carga con el peso de una baja calificación es él, no usted.

Golpearlos por su bajo rendimiento es un error garrafal. Actualmente la exigencia académica es muy alta. Los niños llegan a casa con demasiados  deberes, a lo que se suma que por necesidades de compaginar con el trabajo o por convertirlos en ‘cerebritos’ o en cracks del deporte, se les sobrecarga con actividades extra escolares. Así que, aunque al final los resultados no sean los deseados, ellos también llegan agotados al final del día “. Es necesario tener presente que el castigo es contraproducente. Solo acentúa la sensación de ser un fracasado sin remisión.

¿Cómo plantear la recuperación?

“Ante todo, no hacer un drama familiar o un problema mayor. Debemos esmerarnos en la comunicación en este momento tan delicado. Que nuestro hijo este consciente que pese a las malas notas, siguen siendo amados. El amor parental no puede condicionarse a los resultados escolares. También debe saber que él es capaz de aprobar, que no es un imposible, que la confianza esta puesta en él. Sentirse respaldado por el núcleo familiar le proporcionara el animo y el apoyo para recuperarse y mejorar. Una vez queda claro eso, hay que trazar una hoja de ruta para compaginar el estudio con las vacaciones. Habrá que dedicar una hora al día para preparar las lecciones escolares, pero el resto de la jornada sigue estando de vacaciones, como cualquier otro niño de su edad”, añade la psicóloga.

Siéntese a su lado, pregúntele qué hace, que le hable del profesor, de su clase, de sus cosas. Aproveche para leer a su lado, o para hacer alguna tarea similar. No encienda la televisión  en la misma habitación, solo porque usted no ha de estudiar. Empatice con su hijo. “Y, sobre todo, dejar de competir con la vida a través del niño. A veces los padres se enfadan, no tanto por las bajas notas en sí, sino porque el hijo del vecino ha sacado unas notas mejor. Son personas altamente competitivas, viven todo como una carrera y sienten que están perdiendo la batalla”.