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Conoce los 6 consejos para que una relación a distancia perdure

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“Gracias a la tecnología, cada vez es más sencillo y llevadero tener una relación a distancia. Puedes chatear, estar horas y horas de conversación gratuita, versen, enviar fotos, comunicarse cuantas veces deseen ¡cosas que hasta hace algunos años eran impensables!”, dice Ainhoa Espejo, experta en grafología y coach personal y de relaciones de Aihop Coaching.

Pero no todo el trabajo es de la tecnología, puesto que para mantener una relación a distancia es necesario poner de nuestra parte también, mira aquí algunos consejos al respecto:

  1. Evalúa el vínculo

Esta separación puede ser una prueba para la unión de la pareja. Así que deberías plantearte una serie de preguntas desde el principio, para no llevarte sorpresas: ¿cómo es vuestra relación? ¿Te sientes feliz y cómoda “a su lado”? ¿Son capaces de comunicarse de forma constructiva y respetuosa? ¿Se apoyan mutuamente? ¿Te sientes a gusto, querida, respetada, tenida en cuenta y valorada por tu pareja? ¿Y tú, le haces sentir así a él/ella? ¿Qué espera cada uno de la relación a corto, medio y largo plazo? No es lo mismo separarse unas semanas de vacaciones que unos meses (o años) por temas de trabajo y con pocas perspectivas de poder volver a verse en la misma ciudad.

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  1. Establece nuevas bases

Todas las relaciones son un ente “vivo”, se van transformando según las circunstancias, los momentos vitales y con vuestro propio crecimiento personal. Así que es importante trabajar para generar los cambios que queréis ver en vuestra relación. No trates de hacer las cosas como antes, tienes que buscar un nuevo sistema que funcione.

Y para eso debes sentar bien las bases de nuestra “nueva” relación y adaptaros a la situación. Hablar de forma totalmente abierta, libre y clara sobre lo que quiere cada uno en esta nueva fase, qué cosas están permitidas y qué cosas no.

  1. Acepta los cambios en la otra persona

En general, la persona que se marcha lejos es la que más cambios experimenta. Conocerá gente y lugares nuevos. Se enfrentará a experiencias inéditas y tendrá que adquirir habilidades y capacidades que antes no tenía para hacer frente a todas esas novedades. Por eso viajar es algo que hace crecer mucho a las personas.

Te transforma profundamente. Y es algo maravilloso, pero hay que tener en cuenta el peligro que puede entrañar: que el otro no acepte que su pareja haya cambiado, que se lo tome como una traición, que se frustre por creer que es una persona distinta y que ya poco queda de quien se enamoró.

  1. Confía y relájate

“Confiar no es saberlo todo de la otra persona, es no necesitar saberlo”. Date cuenta de que, a cada segundo, tu pareja está decidiendo seguir contigo y no estar con ninguna otra persona ¡a pesar de la complicación de la distancia! Si mientras estaban juntos te demostró que es fiel, te respetaba y te trataba bien, no hay motivo para preocuparse ahora. Confía. Dale libertad. No trates de tenerle atado.

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  1. Agradece y disfruta

No hay un modelo perfecto de relación. Hay gente a la que la distancia se le hace insoportable mientras para otras es la solución ideal, ya que obtienen “compañía” y apoyo sin más agobios. Normalmente estar una temporada lejos el uno del otro ayuda a airear la relación y a volver con más ganas aún.

Te das cuenta de cuánto le quieres y le echas de menos. Incluso puede que vuestra relación mejore, ya que se reducen las tensiones de la convivencia, hablar más a menudo y prestando más atención. ¡Así que también tiene su lado positivo! Sea como sea tu caso, te animo a que aproveches las ventajas que te proporciona esta distancia.

  1. Regula tus emociones

Lo ideal sería que ambos hayáis acordado esa distancia, de mutuo acuerdo y con libertad. Pero incluso en ese caso, es bastante fácil que te llegues a sentir enfadada con la situación, por no poder disfrutar libremente de tu pareja como antes. Además, es fácil que durante este periodo te notes triste, preocupada, frustrada, temerosa o sola.

No te tomes la distancia como un abandono, como algo personal. Piensa en los motivos reales por los que tu pareja se ha tenido que marchar. Seguramente no tengan nada que ver contigo. Debes responsabilizarte de tus emociones y de tus reacciones.

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