La muerte cerebral es un coma en el que no hay reflejos; la persona no respira, no es capaz de responder a ningún estímulo, no controla su temperatura, ni queda opción alguna de reconectar las estructuras de control básico para la vida.
Cuando la presión intracraneal supera la presión arterial, que viene del corazón, se detiene la circulación cerebral. Lo que permite que se mueva la sangre es la diferencia de presión y si no circula la sangre, las neuronas se deterioran rápidamente y no pueden seguir activas, por lo cual el cerebro deja de funcionar, es decir, se muere.
Tomado de elpais.com
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