El nacimiento del primogénito de los duques de Sussex se ha visto en la mira de todos los medios y el foco de todos los curiosos, pero lastimosamente no se dará ningún detalle de la gran eventualidad.
Así lo acaba de confirmar el palacio de Kensington a través de un comunicado en el que agradece en nombre de los futuros papás los buenos deseos que miles de personas les han hecho llegar desde distintas partes del mundo al mismo tiempo que desvela que Enrique y Meghan han tomado la “decisión personal” de mantener los planes en torno al nacimiento de su primogénito en la más estricta intimidad.
En la práctica, eso implicará que la casa real no hará un anuncio oficial cuando Meghan ingrese en el hospital para dar a luz ni informará de qué centro ha elegido para dar la bienvenida a su bebé. Además, tampoco habrá posado para los medios de comunicación a la salida una vez reciba el alta médica, a diferencia de sus cuñados, los duques de Cambridge, que sí se dejaron fotografiar a las puertas del hospital St. Mary de Londres junto a cada uno de sus tres retoños.
En su lugar, Enrique y Meghan organizaran una sesión fotográfica en los terrenos del castillo de Windsor una vez se sientan preparados para compartir su felicidad con el resto del mundo. Probablemente será entonces cuando revelen el nombre y el sexo de su pequeño.
Aunque no ha habido confirmación oficial al respecto, se cree que la duquesa de Sussex ha elegido para dar a luz uno de los hospitales cercanos a su nuevo hogar en Frogmore Cottage, donde se instalaron por fin la semana pasada tras unas intensas renovaciones.
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