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Para nadie es un secreto que los tiempos han cambiado en diferentes aspectos, uno de ellos en la repartición de las tareas del hogar, que antes eran consideradas responsabilidad solo de la mujer. Por eso, es natural hacer una adecuada repartición de los quehaceres para atribuir así a la sana convivencia con cualquier miembro familiar, la pareja o un roomie.
Antes de iniciar la repartición, de debe tener en cuenta que todos los integrantes de un hogar deben hacer parte, para que todo sea equitativo y cada uno tenga responsabilidades.
La psicóloga Andrea Fernández, explicó para el portal ‘Psicología Online’ que “es importante que todos los miembros participen para crear un mejor ambiente”, incluso los niños ya que fomenta la responsabilidad compartida.
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1. Buena comunicación
Se debe tener una seria conversación con todos los miembros del hogar y establecer un plan de tareas de manera conjunta, donde cada persona pueda expresar sus preferencias y habilidades para asignar las responsabilidades adecuadamente.
2. Habilidades y preferencias
Como en todo, hay cosas que no se le dan fácil a todo el mundo, por eso es necesario identificar con qué tareas cada persona se siente más cómoda y motivada para realizarlas. Esto facilitará la división satisfactoria. Sin embargo, si hay tareas que ninguno disfruta hacer, nada mejor que hacerlo a la suerte, se pueden escoger periodos para turnarse.
Mientras que para algunos les produce satisfacción barrer, para otros puede ser mejor lavar los platos.
3. Establecer horarios y rutinas
Esto puede ayudar a mantener la organización y evitar conflictos. Asignar días específicos para ciertas tareas y mantener una lista de verificación pueden ser útiles, así también se van creando hábitos.
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4. Colaborar
La colaboración y el apoyo mutuo son fundamentales para que la división de tareas sea exitosa y no recaiga solo en una o pocas personas. Incluso ser abiertos si en algún momento de fuerza mayor la persona responsable no logra el objetivo. Es importante mantener una actitud flexible y estar dispuesto a adaptarse a los cambios en las circunstancias o necesidades de los miembros del hogar.
5. Gratitud
Expresar gratitud por el trabajo realizado y celebrar los logros conjuntamente puede aumentar la motivación y fortalecer los lazos familiares. Los miembros del hogar pueden tener diferentes expectativas sobre cómo deben realizarse ciertas tareas, lo que puede generar desacuerdos y discusiones, permite que cada persona proponga su método.
Para que todos estos consejos fluyan de la mejor manera, debe haber una comunicación abierta, el respeto mutuo y la disposición para encontrar soluciones.
Para evitar las peleas por las tareas del hogar, Fernández resalta que “hacerlo entretenido y crear un momento divertido entre todos hará que sea mucho más sencillo y simple, e incluso que le cojamos el gustillo a realizar las tareas”.
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