
Muchas personas quedaron sorprendidas, pues ninguno de los que tanto se comentaba en redes sociales por ser los favoritos quedaron. El nuevo papa elegido fue el cardenal Robert Prevost, de 69 años y estadounidense. El nombre que eligió para su pontificado fue León XIV.
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Vatican News, página web oficial del Vaticano, explica que la sustitución del nombre bautismal por el pontifical es una costumbre que está arraigada a la historia de la Iglesia. Por ejemplo, Jesús le cambió el nombre al apóstol Simón por el de Pedro.
“Está vinculado a los orígenes de la historia de la Iglesia. Pedro es el nombre del primer Papa. «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», dijo Jesús a uno de sus apóstoles que, en realidad, se llamaba Simón. El nombre bautismal es sustituido por el pontificio, casi para resaltar “un segundo nacimiento” al que es llamado el obispo de Roma después de su elección”, explica Vatican News.
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Cuando la votación del cónclave es válida, al nuevo papa se le hacen dos preguntas. La primera es si acepta su elección canónica como sumo pontífice. La segunda es cómo quiere que lo llamen.
La elección del nombre pontificio está relacionada, en muchos de los casos, con los nombres de los apóstoles y de santos. Asimismo, según explica el Vaticano, también está vinculada con motivaciones afectivas, como el caso de Juan XXIII, quien eligió este nombre porque es el título de la parroquia en la que fue bautizado y de muchas catedrales del mundo.
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Los nombres más utilizados por los sumos pontífices han sido son los siguientes:
Pío
Gregorio
Juan
Benedicto
Inocencio
León
Clemente
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