
Mucho se especuló en su momento y ahora que ya sanó decidió hablar públicamente de lo que realmente ocurrió para que muchas más mujeres puedan verse en un espejo y salir de ese vínculo tóxico que las afecta.
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Álvarez apareció en el episodio más reciente de ‘Sinceramente Cris’, el podcast de Cristina Estupiñán, y allí contó que en el pasado ya había vivido una situación difícil que le hizo darse cuenta de que estaba aceptando patrones narcisitas en su matrimonio anterior. Según dijo, llegó el punto en que su expareja la invisibilizó tanto que le daba más amor a su gata que a ella.
Es por eso que cuando volvió a casarse, esta vez con Marcelo Dos Santos, pudo reconocer lo que estaba sucediendo. Al argentino lo conoció hace dos décadas y, de acuerdo con su relato, nunca se atrevió a lanzarzse a una relación porque sospechaba que no sería seria: “Yo siempre decía ‘sigue tú con tu camino’, pero la vida nos seguía juntando”.
Aunque estaban en el idilio y se enamoró perdidamente, la caldense confesó que “había algo dentro que todavía no se sentía cómodo y era esa ansiedad de saber que había personas alrededor”, y es que una de sus ex seguía posteando contenido juntos, ante lo que él siempre justificaba: “Eso es ella, yo no sé”. Ahí determinó que había irresponsabilidad emocional.
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La gota que rebosó el vaso fue un viaje a Bali al que Dos Santos se fue sin ella y meses después la llamó alguien de ese lugar para decirle: “Te acabo de ver en las redes, veo que estás comprometida, no puedo creerlo porque yo tengo una relación virtual con él desde que se fue de Bali”. Esa revelación dolió en particular, pues concidió en tiempos con el momento en el que el actor le juró compromiso total, aún así, al confrontarlo, lo aceptó y argumentó que no quería hacerle daño a esa mujer porque ella había visto algo en él muy especial.
Esto fue interpretado por Beatriz como una traición, pues ya habían mostrado su relación públicamente en medios, y fue lo que la motivó a cortar, aunque reconoce que “no es tan fácil porque cuando pasamos por ese tipo de vínculos abusivos con personas narcisistas y con esos rasgos de manipulación emocional eso funciona como una especie de droga que altera tu sistema nervioso, hay un enganche biológico y emocional que tú no entiendes”.
Desde entonces el proceso de sanación ha sido con ella misma, pues tuvo que entender por qué estaba aceptando esos patrones de narcisismo y manipulación o, en sus palabras, ¿qué trajo ese mensjaero? a su vida.
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