Rosario. | Crédito: Getty images.

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¿Cómo rezar el rosario para un difunto? Pida por el descanso eterno de sus familiares

El Santo Rosario por los difuntos se reza para pedir la intercesión de la Santísima Virgen María por una persona fallecida ¡Te contamos cómo hacerlo!

Juliana Bueno
Archivado en: Oraciones  •  

La oración del rosario para un difunto es un acto de fe y consuelo que permite acompañar espiritualmente a un ser querido que ha partido. A través de esta práctica, quienes oran encuentran un momento de recogimiento para expresar su amor, su gratitud y su esperanza, reconociendo la presencia de Dios incluso en medio del duelo.

Además de ser un gesto de homenaje, este tipo de oración ofrece un espacio para pedir fortaleza y paz interior para quienes permanecen en la tierra. Es una manera de confiar el alma del difunto al amor divino, mientras la familia y los amigos se unen en una plegaria que brinda serenidad.

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¿Cómo rezar el rosario para un difunto?

El Credo Católico De La Iglesia. | Crédito: Pinterest
El Credo Católico De La Iglesia. | Crédito: Pinterest

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  • Reza un Padre Nuestro, un Ave María y una Gloria.
  • Reza la primera decena.

En la cuenta grande, anuncia el misterio y luego reza un Padre Nuestro.
En cada unade las 10 cuentas pequeñas, reza un Ave María mientras continúas meditando sobre el misterio.
Al final de la década, digan el Gloria.
Luego reza la Oración de Fátima: Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno; conduce a todas las almas al Cielo, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén

  • Repite el patrón para las décadas restantes (Padre Nuestro, 10 avemarías, Gloria y Oración de Fátima).
  • Después de las 5 decenas, concluir con La Salve.

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
 A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

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