Cuando las cosas se ponen difíciles para el bolsillo, vender una propiedad es una alternativa que muchos contemplan. Sin embargo, negociar una casa o cualquier tipo de inmueble puede ser una tarea más difícil de lo pensado y puede pasar un tiempo mientras aparece ese comprador ideal para concretar el negocio.
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Si la preocupación no le deja dormir y sigue sin conseguir esa venta para recuperar la salud financiera, encomendarse a la oración puede ayudarle a hallar paz y despejar la mente. En ese sentido, las personas creyentes siempre cuentan con el respaldo de Dios para elevar una plegaria por aquellas necesidades que les aquejan.
Según explica la editorial católica Paulinas, los salmos hacen parte de una de las secciones más reconocidas y consultadas de la biblia. El libro de los salmos es una recopilación de poesías y cánticos que fueron escritos por diferentes autores, recogiendo esas plegarias y suplicas que los creyentes hacen a Dios.
El papa Francisco declaró en una ocasión que los salmos vienen en ayuda de los creyentes y, al recitarlos, las personas participan en una “gran orquestación que es la comunión de los santos”.
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Entre las necesidades de los creyentes está, sin duda, la prosperidad económica, por lo cual algunos de estos salmos son empleados como encomienda divina, para clamar por un buen negocio al momento de vender una propiedad.
Uno de los salmos más utilizados para conseguir una venta rápida y obrar bien en los negocios es el 144, el cual desde el versículo 11 al 15 dice lo siguiente:
Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,
Cuya boca habla vanidad,
Y cuya diestra es diestra de mentira.
Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,
Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;
Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;
Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;
Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;
No tengamos asalto, ni que hacer salida,
Ni grito de alarma en nuestras plazas.
Bienaventurado el pueblo que tiene esto;
Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.
De acuerdo con el portal cristiano Desde la Fe y la aplicación Hallow, la oración con los salmos implica un método o ritual tradicional conocido como ‘Lectio Divina’, el cual se basa en una lectura y apropiación profunda de lo que dice el salmo, para convertirlo en una plegaria propia.
Para ello conviene seguir las siguientes recomendaciones:
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