Velas de navidad. | Crédito: Getty images.

Velas de navidad. | Crédito: Getty images.

El 30 de noviembre es primer domingo de Adviento 2025: ¿Qué vela encender este día?

Las cuatro velas tienen un significado muy importante, por eso es importante saber que día encenderlas y cuál primero.

Juliana Bueno
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El 30 de noviembre de 2025 es el inicio de un periodo muy especial en la tradición cristiana porque es el primer domingo de Adviento. Este tiempo está dedicado a la preparación espiritual, la reflexión y la esperanza, invitando a las personas a conectarse con valores de paciencia, alegría y renovación.

Cada año, el Adviento comienza en distintas fechas, y en 2025 cae justo en el último día de noviembre, estableciendo el inicio de esta temporada significativa. Durante estos días, es común que las familias y comunidades celebren con ciertos rituales y símbolos que acompañan la cuenta regresiva hacia la Navidad.

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¿Qué vela se enciende el primer domingo de Adviento?

El uso de velas forma parte de una tradición que ayuda a visualizar el paso del tiempo y a fortalecer la preparación interior. Cada domingo del Adviento tiene un significado particular y la primera vela marca un inicio lleno de simbolismo y expectativa.

La primera vela que se enciende es ‘la vela de la profecía’, es de color morado y marca el comienzo del año litúrgico. Además, actúa como una luz que aleja la oscuridad, esto es una invitación a la reflexión antes de la navidad.

De acuerdo con el portal de ‘Catholic’, la oración comienza con “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” y se lee San Marcos 13:33, después se enciende la vela morada.

La Corona de Adviento. | Crédito: Formación católica.
La Corona de Adviento. | Crédito: Formación católica.

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Oración luego de encender la vela el primer domingo de Adviento

Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!

Amén.

Se reza el Padre Nuestro y se pronuncia en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.

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