El Feng Shui es una práctica muy antigua de la cultura china que se basa en darle armonía a los espacios concurridos para atraer el bienestar, la prosperidad y la energía positiva al lugar, por medio de la organización, la combinación de colores, las formas y la orientación de los objetos.
Los colores más allá de su función estética, en el Feng Shui cumplen con un significado especial, se usa con una intención específica. Dentro de sus múltiples rituales, uno de los más emblemáticos y menos conocidos está basado en atraer un propósito energético vinculado con la protección y la estabilidad emocional.
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En esta antigua práctica, el color azul está relacionado con el elemento agua que es símbolo de equilibrio, renovación y paz interior, se basa en la calma, la serenidad, la confianza y la protección.
Generalmente muchas personas luego de sus largas jornadas laborales, los problemas cotidianos y otros factores, llegan cargados energéticamente de manera muy tensa lo que ocasiona que en múltiples ocasiones no logren descansar o dejar de lado esos tormentos para tomarse un tiempo para sí mismo y recargarse de buena energía.
Por ello, atar una cinta azul en la parte de atrás de la cama es ideal para transformar la energía del lugar de descanso. Esta práctica actúa como escudo protector que bloquea las malas intenciones para mantener un ambiente emocionalmente estable.
Cómo realizar el ritual:
Recomendación: cuando evidencies que la cinta ya cumplió con su intención o se vea de manera desgastada, vieja o se caiga, cambiala por una nueva teniendo en cuenta el proceso anterior.
Escrito por: Stefania Torres
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