Ella fue el primer amor del papa Francisco

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Ella fue el primer amor del Papa Francisco; pudo cambiar por completo su destino

La mujer estuvo a punto de cambiar por completo el rumbo del sumo pontífice y de paso, su destino

Santiago Sánchez
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Antes de los votos, las sotanas y su histórico ascenso al Vaticano, Jorge Mario Bergoglio, hoy conocido mundialmente como el Papa Francisco, vivió una historia que bien podría pertenecer a una novela de amor adolescente.

En el corazón de Buenos Aires, mucho antes de escuchar el llamado divino, el entonces niño de 12 años se enamoró perdidamente de su vecina: Amalia Damonte. Un romance inocente, pero cargado de simbolismo, que dejó huellas profundas en el hombre que lideró hasta su muerte la Iglesia Católica.

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Ese vínculo, forjado en la infancia, fue tan genuino como breve. Amalia, en entrevistas concedidas décadas después, describió al joven Jorge con palabras llenas de afecto: “Era grande, maduro, una maravilla de muchacho. Jugábamos en las aceras, bailábamos en los parques… Éramos muy humildes, amábamos a los pobres. En eso éramos almas gemelas”. Aquellas tardes compartidas entre juegos y risas, en un barrio modesto de Buenos Aires, se convirtieron en una conexión emocional intensa.

El momento que casi cambia el destino de Jorge Bergoglio

La intensidad de esos sentimientos lo llevó a escribirle una carta en la que le proponía casarse. Incluyó en ella un dibujo de la casa donde imaginaba que vivirían: blanca, con techo rojo, símbolo de un futuro que anhelaba construir con ella. Sin embargo, también fue claro: si la respuesta era negativa, él ingresaría al seminario. Esa carta cambió su destino para siempre.

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La madre de Amalia, al descubrir dicha carta, reaccionó de una manera poco esperada. La reprendió y le prohibió continuar viendo a Jorge. “Le pedí que no me viera más… cosas de chicos”, recordó Amalia, resignada, muchos años después. Presionada por su entorno, la joven puso fin a esa historia antes de que pudiera florecer.

Amalia Damonte, el primer amor del Papa Francisco
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No fue solo el cierre de una etapa, sino el inicio de otra. Pocos meses más tarde, Bergoglio comenzó su formación religiosa. Con el tiempo, sería ordenado sacerdote, nombrado arzobispo de Buenos Aires, elegido cardenal y, finalmente, designado como el primer papa latinoamericano de la historia.

Años después, en su biografía Vida, publicada en marzo de 2024, el papa abrió su corazón al hablar sobre esa etapa. Reveló que incluso en el seminario vivió una atracción momentánea por una joven durante una boda. “Durante una semana tuve su imagen en mi mente y me costaba orar. Luego, por suerte, pasó y me dediqué en cuerpo y alma a mi vocación”, confesó. También dejó una reflexión clara sobre lo humano de sentir amor: “De lo contrario, no seríamos seres humanos”.

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Mientras tanto, Amalia siguió otro camino. Formó una familia y mantuvo una vida discreta, aunque no olvidó a su primer amor. “Creo que él es muy sensato. Como yo, es muy humilde. Tal vez en ese sentido podríamos haber sido almas gemelas”, expresó en una entrevista. Su crítica a la actualidad fue directa: “El problema hoy es que no hay amor por los pobres; la gente ama la ropa elegante y nada más”.

Esta historia, poco conocida revela una faceta desconocida del papa. Un capítulo íntimo que muestra que incluso el sumo pontífice también tuvo un corazón roto.

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