
No obstante, hay algunos municipios que parecen haberse detenido en el tiempo o que parecen haber sido olvidados. Al margen de esto, se pueden percibir historias tanto fascinantes como curiosas alrededor de algunos de estos. Es el caso del municipio de Chíquiza, ubicado a tan solo 1 hora de la capital boyacense, Tunja. Se trata de un pueblo con gran riqueza cultural, histórica, indígena e hídrica.
De acuerdo con el canal ‘Cultura y Turismo de Boyacá y Cundinamarca’, Chíquiza fue habitado por los Muiscas en la época precolombina. Hasta el 2003, el municipio llevó por nombre San Pedro de Iguaque. También se ha podido evidenciar que la plaza central del municipio parece completamente olvidada o deshabitada, pues debido a una disputa por la cabecera municipal quedara en San Pedro de Iguaque.
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Según SITUR Boyacá, el nombre de ‘Chíquiza’ significa ‘Campo Pelado’ y este municipio es apropiado para los amantes del ecoturismo. Allí se pueden encontrar un verdadero ‘santuario’ de flora y fauna, paisajes memorables circundantes a la laguna de Iguaque.
Además, quienes desean interactuar con la naturaleza, Chíquiza tiene múltiples atractivos como “el sendero El Carrizal, La Cueva del Indio, el Pozo de la Vieja, Morro Negro y la Hacienda Versalles”. Por otra parte, en la vereda El Cerro se puede hallar una tradición ancestral conocida como ‘Los Matachos’ que, según explica S ITUR, es un espacio en el que campesinos embellecen sus casas con utensilios de cocina, mismos utensilios con los cuales se preparan los platos tradicionales como el cocido, los envueltos y las arepas de maíz.
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