
Pero más allá de la cumbre, hay un megalito en el lado norte de este lugar, conocido como “la pirámide natural más grande del mundo” que también es protagonista. Se trata de la Dios del Espejo o, como también se le conoce, la Cara de la India, la Cara de la Diosa o la Cara de la Vieja por la forma que proyecta de una mujer mirando hacia el occidente.
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De acuerdo con información de la Alcaldía de Venecia, resalta tanto entre la vegetación porque es de roca caliza y, según investigaciones geológicas, es originaria de la misma formación montañosa.
Además, al frente de la roca se halló el Altar de Sacrificios y la Silla del Cacique de los indígenas Zenufanaes que allí se asentaron, por lo que la teoría más aceptada es que durante las ceremonias o rituales se le idolatraba. De hecho, también se piensa que puso ser “alguien de gran importancia para todas las tribus de diferentes regiones que usaban la ruta de comercio de oro, sal y otros productos y como ruta de peregrinación que unía varios sitios sagrados entre cuevas, organales y miradores”.
Llegar al municipio es muy sencillo. Si vas en auto debes tomar la vía que de Medellín conduce a Itagüí, pasar por Caldas, Amagá y desde allí seguir por la carretera Fredonia – Camilo C que te permitirá llegar al municipio de Venecia. El recorrido es de apenas hora y media.
La recomendación es que tomes buses intermunicipales o contrates un tour para que te hagan un recorrido guiado, pues para subir el Cerro debes hacer en compañía de profesionales.
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