
Te puede interesar: Así nació ‘Te mando flores’, la canción con la que Fonseca conquistó un corazón
A finales de los años 70, el compositor italiano Sandro Giacobbe escribió una canción inspirada en una historia de desamor. Décadas después, en 2001, Cristian Castro la adaptó al español y cambió por completo su sentido: la convirtió en una confesión, una carta dirigida a su padre, Manuel “El Loco” Valdés, el hombre que lo vio crecer desde lejos.
Durante su infancia, Cristian vivió rodeado de música, luces y camerinos llenos de admiradores. Sin embargo, entre el ruido del éxito de su madre, Verónica Castro, su mirada siempre buscaba el mismo rostro: el de su papá. Pero ese rostro nunca aparecía. Ni las giras, ni la televisión, ni los reconocimientos podían ocultar el dolor de esa ausencia.
El cantante creció con una pregunta que lo acompañó durante toda su vida: ¿por qué papá no me quiso? Esa interrogante se convirtió en el eco detrás de cada nota alta, de cada sonrisa que ofrecía al público mientras, por dentro, seguía siendo aquel niño tratando de no romperse.
Cuando interpretó ‘Yo quería’, no lo hizo pensando en un amor romántico, sino en el amor que nunca tuvo. En cada verso le habló a su padre, al silencio que lo hizo fuerte y a la necesidad de perdonar lo imperdonable.
Quizás por eso esta canción toca fibras tan profundas: porque todos, en algún momento, hemos deseado escuchar que sí nos quisieron, aunque haya sido demasiado tarde.
Te puede interesar: Así nació ‘La vida es un carnaval’: la inspiración más dolorosa de Celia Cruz
Con esta interpretación, Cristian Castro no solo cantó, sanó. Transformó el abandono en arte y su dolor en una melodía que todavía conmueve. A través de su voz, seguimos escuchando al niño que fue y al hombre que aprendió a perdonar.
Por: Sara Flórez