A sus 59 años, Margarita Rosa de Francisco es una de las actrices más reconocidas de la televisión colombiana y no cabe duda de que ha dejado un legado. Entre sus producciones más reconocidas está ‘Café con aroma de mujer’, ‘Gallito Ramírez’, ‘Garzón vive’ y, por supuesto, también hay quienes la recuerdan por su faceta como presentadora de ‘Expedición Robinson’ y ‘El desafío’.
Ahora está promocionando su última película, titulada ‘El paraíso’. El filme fue dirigido por el italiano Enrico Maia Artale y será estrenado en Colombia este 24 de abril.
Lee también: Actor de ‘La Ley del Corazón’ habló de su su proceso contra el cáncer: “Echándole ganas”
Precisamente, a raíz de esta gira de medios y de que recién recibió el premio a Toda Una vida en los India Catalina, la actriz ha sido entrevistada en distintos formatos, tanto shows de mañana como podcasts. Una de esas apariciones fue en ‘Bravíssimo sin tapujos’, del canal City TV, donde habló además de su vida personal.
¿Qué dijo sobre ser madre?
Una de las mayores dudas que tienen sus seguidores es por qué nunca se casó y tampoco tuvo hijos y, de hecho, el primer punto cambiará muy pronto. Margarita Rosa reveló en otra entrevista que contraerá matrimonio con Will Van Der Vlugt, un holandés a quien llama su amante. Sin embargo, no se han planteado la idea de tener hijos.
La razón, según dijo, es que nunca despertó en ella el instinto de madre.
“Lo tuve clarísimo desde chiquita, desde que jugaba a las muñecas con mi hermana”, le admitió a Marcelo Cezán. Así que mientras su hermana jugaba a ser mamá, ella quería ejercer el papel de la profesora o la cantante, “nunca la mamá”.
“Yo no sé si nunca tuve hijos por egoísmo o por medio. Creo que no hubiera sido tan buena mamá, les hubiera dado tanto gusto en todo que me sacarían los ojos después”, continuó diciendo.
Te puede interesar: Lina Marulanda 15 años después: una estrella que aún brilla tras su muerte
Lo cierto es que pese a que nunca tuvo hijos, sí tiene cercanía con los de su esposo, quien es padre de una chica de 25 y un joven de 21 años. No obstante, aunque a él le hubiera encantado que se involucrara en su educación, ella siempre tuvo claro que era una responsabilidad que no le correspondía.
“Yo soy espectadora de sus vidas, comparto con ellos y los admiro porque son muy inteligentes, los amo y los quiero, pero no me meto mucho”, finalizó.
Por: Margarita Contreras D.
