Los creyentes utilizan las oraciones para comunicarse con Dios. Además de adorarlo y ofrecerle todo tipo de alabanzas a través de esta herramienta, también la usan cuando necesitan pedirle a Dios por un milagro, por un favor o por una necesidad.
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Por ejemplo, los feligreses elevan plegarias especiales cuando tienen problemas o situaciones difíciles, como es el caso de que un amigo o familiar esté privado de la libertad.
El portal web Desde la Fe explica que san Leonardo de Noblac es considerado como el patrón de los prisioneros y de las personas que están cautivas, no solo en la cárcel, sino también en la guerra y otros contextos.
“La historia de San Leonardo de Noblac se centra en su dedicación a ayudar a los prisioneros y cautivos. Según la tradición, Leonardo era un noble franco del siglo VI que se convirtió en eremita en Noblac, una región en lo que hoy es Francia. Se dedicó a la vida ascética y la oración, pero también a la caridad y la ayuda a los prisioneros. Según la leyenda, Leonardo usaba su influencia y conexiones para liberar a los cautivos, incluyendo a prisioneros de guerra”, explica Desde la Fe.
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Si deseas hacer una oración especial por un familiar o amigo que esté preso puedes elevarla a san Leonardo de Noblac. Puedes utilizar tus propias palabras o puedes repetir la siguiente plegaria que reveló Chat GPT:
“Oh glorioso San Leonardo de Noblac,
fiel siervo de Dios y protector de los cautivos,
tú que dedicaste tu vida a aliviar el sufrimiento de los encarcelados
y a llevar consuelo a los corazones afligidos,
hoy me acerco a ti con humildad y confianza,
para poner en tus manos la vida de [nombre de la persona],
quien se encuentra privado(a) de su libertad.
San Leonardo, tú que experimentaste la compasión del cielo
y fuiste instrumento de liberación para tantos presos,
te suplico que mires con bondad a [nombre],
que en este momento atraviesa por la dura prueba del encierro.
Te ruego que lo(a) protejas día y noche,
que alejes de él(ella) el miedo, la violencia, la tristeza y la desesperanza.
Llena su corazón de paz interior,
renueva en él(ella) la fuerza espiritual para soportar cada día,
y haz que no pierda la fe, aunque todo a su alrededor parezca oscuro
Te pido, santo compasivo,
que si ha cometido errores, pueda reconocerlos con humildad,
y emprender el camino del arrepentimiento y la transformación.
Que encuentre dentro de esas paredes la oportunidad de reconstruir su vida,
que descubra el valor del perdón, la reconciliación y el amor verdadero.
Si es víctima de una injusticia,
te imploro que seas su defensor ante Dios y ante los hombres,
que la verdad salga a la luz,
y que la justicia se manifieste con prontitud y claridad.
Guía también, San Leonardo, a los jueces, abogados y autoridades,
para que actúen con rectitud y humanidad,
y no se dejen llevar por el prejuicio, la corrupción o la indiferencia.
Cuida a la familia de [nombre],
que sufre su ausencia y vive con preocupación cada día.
Dales consuelo, paciencia y esperanza,
y ayúdales a mantenerse unidos y firmes en la oración
Oh San Leonardo, patrón de los prisioneros y refugio de los afligidos,
no permitas que [nombre] se hunda en la desesperación ni se aparte de Dios.
Hazle sentir que incluso entre rejas, el amor de Cristo puede habitar,
y que ninguna celda puede encerrar el poder del Espíritu Santo.
Te lo pido, por la intercesión de la Virgen María,
Madre de misericordia,
y en nombre de nuestro Señor Jesucristo,
que vino a liberar a los cautivos y sanar los corazones heridos.
Amén”.
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