Acercarse a Dios es un acto lleno de humildad, amor y búsqueda de profunda paz interior. Muchas personas lo ven como el momento intimo para soltar todas las cargas emocionales que llevan o simplemente mantener el vínculo activo y pedir por los anhelos más grandes del corazón y la mente.
Por ello, te compartimos una de las oraciones más poderosas para fortalecer el vínculo con Dios y mantener viva la fe, evitando caer en las tentaciones que pueden desviar el corazón del camino espiritual y la pureza del alma.
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Señor Jesucristo, esposo de mi alma, delicia de mi corazón, más bien corazón mío y alma mía, frente a ti me postro de rodillas, rogándote y suplicándote con todo mi fervor de concederme preservar la fe que me has dado de manera solemne. Por ello, Jesús dulcísimo, que yo rechace cada impiedad, que sea siempre extraño a los deseos carnales y a las concupiscencias terrenas, que combaten contra el alma y que, con tu ayuda, conserve íntegra la castidad.
¡Oh santísima e inmaculada Virgen María!, Virgen de las vírgenes y Madre nuestra amantísima, purifica cada día mi corazón y mi alma, pide por mí el temor del Señor y una particular desconfianza en mis propias fuerzas.
San José, custodio de la virginidad de María, custodia mi alma de cada pecado.
Todas ustedes Vírgenes santas, que siguen por doquier al Cordero divino, sean siempre presurosas con respecto a mí pecador para que no peque en pensamientos, palabras u obras y nunca me aleje del castísimo corazón de Jesús. Amén
Oración tomada de aciprensa, un medio de comunicación que se dedica a difundir todo tipo de contenido, entre ellos, oraciones.
Escrito por: Stefania Torres
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