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Vivir juntos podría afectar la vida sexual de una pareja, según sexólogo

Según el experto,  cuando se convive llega la monotonía y la frecuencia de las relaciones sexuales disminuyen y reveló tips para mantener la llama de la pasión encendida. 

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En Inexpertas Bésame hablamos con el sexólogo Fernando Rosero, quien dejó al descubierto una realidad que pocas parejas reconocen: cuando se empieza a convivir, la frecuencia de las relaciones sexuales disminuye notablemente.
El experto explicó que la monotonía es el principal enemigo de la pasión. Al compartir el mismo espacio día y noche, muchas parejas se acomodan en la rutina y dejan de innovar en su intimidad. Esa comodidad, aunque aporta estabilidad emocional y confianza, también trae un efecto secundario: la reducción de encuentros sexuales semanales.

La fórmula para mantener viva la pasión en pareja

Rosero fue claro en que no todo está perdido. La clave está en romper con la rutina y apostar por la creatividad.
“Cambiar de lugares, variar las posiciones, experimentar con vestuarios o juegos de rol, son formas efectivas de mantener la chispa encendida”, aseguró.
El sexólogo recomienda que las parejas busquen sostener una vida sexual activa con al menos 3 o 4 encuentros sexuales a la semana, lo cual, más allá del placer, aporta beneficios emocionales, físicos y de conexión entre los dos.

El paso del tiempo también influye

Otro dato importante que compartió Rosero es que la frecuencia sexual no solo se ve afectada por la convivencia, sino también por la edad.
“Por cada 15 años, la actividad sexual de una pareja disminuye alrededor de un 20%”, afirmó.
Esto significa que los cambios biológicos y emocionales naturales del ser humano también tienen un impacto directo en la intimidad.

¿Qué pueden hacer las parejas?

  • No dar por sentado el deseo: mantener el coqueteo y los detalles.
  • Hablar abiertamente de las fantasías y necesidades.
  • Dedicarse tiempos y espacios diferentes a los cotidianos.
  • Recordar que el sexo es parte de la salud de la relación, no un extra.
En conclusión, vivir juntos no tiene por qué ser el fin de la pasión. Con un poco de creatividad, comunicación y disposición, la convivencia puede convertirse en una oportunidad para reinventar la vida sexual y fortalecer aún más el vínculo afectivo.

Por: Sara Flórez