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En el Día de la Madre, muchas personas buscan las palabras correctas que logren expresar todo el amor, respeto y gratitud que sienten por esa figura tan especial. Más allá de los regalos, hay mensajes que tocan el alma y se quedan en el corazón.
En la Biblia se encuentran distintos versículos que exaltan el amor incondicional, la entrega y la sabiduría, características típicas de las madres. Estos pasajes no solo reconocen su labor, sino que también ofrecen consuelo y expresan admiración hacia quienes ejercen este rol tan retador.
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En esta nota reunimos algunos de los más significativos para dedicar a mamá.
Proverbios 31:10-31: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”.
Proverbios 11:16: “La mujer bondadosa se gana el respeto”.
Éxodo 20:12: “Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”.
Pedro 4:8: “Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados”.
Proverbios 31:26: “Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor”.
Proverbios 31:28-29: “Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: ‘Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas’”.
Números 6:24-26: “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”.
Proverbios 31:29: “Mujeres buenas hay muchas, pero tú eres la mejor de todas.”
Proverbios 14:1: “La mujer sabia une a su familia”.
Salmos 20:2-4: “Que Dios te conceda lo que pidas de todo corazón, y que haga realidad lo que pienses hacer”.
Números 6:24-26: “Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor te mire con agrado y te muestre su bondad; que el Señor te mire con amor y te conceda la paz”.
Salmo 139:13-14: “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!”
Corintios 13:4-7: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
Isaías 49:15-16: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz,
para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida;
delante de mí están siempre tus muros”.
Salmo 139:13: “Porque tú formaste mis entrañas; Me hiciste en el vientre de mi madre.
Proverbios 1:8: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre”.
Colosenses 3:20: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”.
Salmos 46:5: “Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana”.
Isaías 66:13: “Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo”.
Salmos 30:5: “Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría”.
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Por: Margarita Contreras D.
