
En realidad es un volcán apagado de forma piramidal y de acuerdo con la página de la Secretaría de Turismo del departamento, alberga muchos misterios: uno de ellos, el de la Diosa del Espejo, una roca gigante con rostro de mujer, ubicada en uno de los costados del Cerro Tusa. “Su importancia radica en que era adorada por los indios zenufanáes y al atardecer, al chocar los rayos solares con ella, se producen destellos similares a los de un espejo”.
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La importancia de este lugar radica precisamente en esa comunidad, pues se han hecho importantes descubrimientos arqueológicos relacionados con la tribu zenufaná y su cacique.
Si eres de espíritu aventurero la buena noticia es que puedes subirlo y deleitarte no solo con las bellas vistas, sino con una experiencia inolvidable en el ascenso. Aunque vale aclarar: la ruta es de dificultad alta y para ir debes tener la compañía de un guía.
“Ten presente que la carga de turistas por día es de 90 personas y que debes cuidar el entorno y llevar tus propios recipientes para depositar basuras”, detalla Antioquia es Mágica en su sitio web.
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