A mediados de la década de los 70 nació una de las series humorísticas más importantes e influyentes de América Latina: El Chavo del 8. Una producción ideada y creada por Roberto Gómez Bolaños que logró meterse en el corazón de los televidentes gracias a su creatividad, su jocosidad y todo lo que rodeó a personajes como El Chavo, El Chapulín, el Chompiras, el doctor Chapatín y todos los demás que hicieron un trabajo que quedó para la historia.
En 2025 se lanzó una serie que busca retratar el ‘detrás de cámaras’ del exitoso universo de Chespirito. Es decir, busca contar cómo se desempeñaron en su día a día Florinda Meza, Edgar Vivar, Rubén Aguirre, Carlos Villagrán, Ramón Valdés y el propio Roberto Gómez Bolaños y cómo lograron crear una de las producciones más exitosas del Siglo XX. La serie ha desatado algunas polémicas como el rol de Florinda Meza en la vida personal de Chespirito y también en la manera que se refería a sus hijos.
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Por su parte, también ha sido exaltada como una obra que refleja fielmente lo acontecido. Recientemente, el hijo de ‘Don Ramón’, Esteban Valdés estuvo como invitado en el programa ‘Ventaneando’ de la cadena Azteca Uno y allí destacó el papel del actor Miguel Islas, que en la serie Chespirito: sin querer queriendo hizo el papel de su padre.
En dicho diálogo, Esteban presentó la biografía de su papá, la cual llamó ‘Con permiso dijo Monchito’. Además, comentó que su obra narra la historia antes y después de que Ramón Valdés se hiciera célebre por su rol en El Chavo del 8.
Esteban confesó que en su niñez hubo muchas dificultades económicas antes de que su padre se hiciera famoso en la televisión. Según mencionó, Don Ramón era tal cual en su vida personal como se mostraba en la televisión. Contó que algunos oficios que hacía en El Chavo del 8 como carpintero, peluquero y demás, sí los tuvo en la vida real. Y estos oficios los tuvo para ganarse la vida antes de ser famoso en la tv.
“No sé exactamente cuánto ganaba, pero sí logró juntar mucho dinero. Mi papá disfrutaba tanto en la abundancia como en la escasez. Cuando no había qué comer éramos felices, y con caviar y champagne también”, comentó Esteban Valdés, quien además recordó que cuando su padre regresaba con dinero de las giras internacionales, él le decía a su esposa de manera jocosa: “ahí están los tamales”.
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