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Gratitud: Este es un enfoque de ver el lado positivo de nuestra vida y reconocer todo lo bueno que nos rodea.Tener en cuenta que a pesar de pasar por momentos difíciles, siempre se puede abrir una energía sanadora y esperanzadora.
Perdón: Acá es muy importante liberar todas las cargas emocionales que nos mantienen atadas en nuestro pasado, tanto hacia otros como hacia nosotros mismos, para evitar los rencores que bloquean nuestro bienestar.
“Cargamos muchas heridas y tendemos a ocultarla, a meterlas en ese cajón oscuro y ¿que ocurre? se sigue manifestando de una manera u otra, en todas nuestras acciones, decisiones… y mientras no cierres esas heridas, te seguirán persiguiendo el resto de tu vida”, explicó Ángel Oregón.
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Aceptación: Consiste en aceptar la realidad tal como es, sin negarla ni resistirla, es un paso poderoso en el proceso de sanación. La aceptación nos ayuda a dejar de luchar contra las circunstancias, personas o emociones difíciles, y nos invita a abrazar el presente con honestidad.”Fluir como el agua”, mencionó el experto, para que tu amor interno no dependa de los demás.
Conciencia:La conciencia es el acto de observarnos a nosotros mismos con honestidad y sin juicio. Al tomar conciencia de nuestros pensamientos, emociones y patrones, podemos identificar las raíces de nuestro sufrimiento y las áreas que necesitan sanación.
“¿Cuantas veces te observas y te preguntas por qué actúas como actúas? ¿ De donde viene?, la mejor manera de explicarlo es imagínate que estas en el escenario y te estas observando, ¿Por que actúas así? ¿De donde viene esa reacción? ¿Quieres cambiarlo? ” explicó Oregón.
Intención: Sanar requiere un compromiso claro y consciente, la intención es ese motor que dirige nuestra voluntad hacia la transformación.”¿Por qué dices las cosas? ¿Cual es la intención que quieres al momento de transmitir algo? “, explicó Rocío Aquino.