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La oración que no pide, sino que agradece: el poder de hablar con fe sin esperar nada

Esta oración invita a agradecer con el corazón y a confiar sin esperar nada a cambio. Una forma distinta de hablar con fe y encontrar paz en lo que ya tenemos.

Juliana Bueno
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Mujer rezando. | Crédito: Getty images.
En un mundo donde la mayoría de las oraciones nacen del deseo o la necesidad, existe una forma distinta de hablar con Dios y es aquella que no pide, sino que agradece. Esta oración parte de la gratitud como un acto de fe, reconociendo que incluso antes de recibir, ya hay motivos para decir “gracias”.

No busca cambiar lo que pasa, sino comprenderlo. Es una manera de orar desde la abundancia interior y no desde la carencia, confiando en que todo llega en el momento justo.

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Oración para dar gracias

Quienes practican esta forma de oración aseguran que transforma la manera de mirar la vida, porque enseña a valorar lo simple, lo cotidiano y lo que antes pasaba desapercibido.

Agradecer sin esperar nada a cambio es un gesto de fe profunda, una forma de decirle al universo o a Dios que confiamos plenamente, incluso cuando no entendemos el propósito de las cosas.

Padre Celestial, creador de todo y fuente de toda bondad y amor, por favor míranos con bondad y recibe nuestra sincera gratitud en este momento de acción de gracias.
Gracias por todas las gracias y bendiciones. Tú nos has otorgado, espiritual y temporal: nuestra fe y herencia religiosa. Nuestra comida y refugio, nuestra salud, el amor que nos tenemos unos a otros, nuestra familia y amigos.

Querido Padre, en tu infinita generosidad, concédenos gracias y bendiciones continuas durante el próximo año.
Esto te lo pedimos en el nombre de Jesús, tu hijo y nuestro hermano.

Amén.

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Oración para iniciar el día

Comenzar la jornada con una oración es una forma de llenar el corazón de calma y esperanza antes de enfrentar las responsabilidades diarias

Señor mío, en esta hermosa mañana me acerco a Ti para darte gracias por este nuevo día. Gracias por permitirme despertar, por la vida, por la luz que se renueva.

Te ofrezco mi día, mis pensamientos, mis palabras y mis actos. Guíame, protégeme y ayúdame a vivir conforme a Tu voluntad.

Que sea para Ti y para el bien de aquellos a quienes encuentre.

Amén.

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