Limpiar los vidrios y dejar un acabado sin manchas ni marcas suele ser una de las tareas más complicadas del hogar. Aunque existen muchos productos diseñados especialmente para ello, algunos pueden ser costosos o no ofrecer el resultado esperado.
Por eso, cada vez más personas recurren a trucos caseros que aprovechan objetos cotidianos con resultados sorprendentes. Uno de los métodos que se ha vuelto viral recientemente en redes sociales involucra un elemento de aseo personal masculino que todos tienen en casa.
Este truco, además de ser sencillo, promete dejar las superficies impecables y con brillo duradero. Es una alternativa ingeniosa para quienes buscan mantener su hogar limpio con lo que ya tienen a la mano, sin complicaciones.
La espuma de afeitar se ha convertido en uno de los trucos más efectivos y sorprendentes para limpiar vidrios. Aunque normalmente se usa para el cuidado personal, su composición permite eliminar grasa, polvo y manchas con facilidad, dejando las superficies brillantes y sin rastros. Además, crea una capa protectora que evita que el vidrio se empañe con facilidad, ideal para espejos y ventanas del baño.
Para aplicarla, solo necesitas colocar una pequeña cantidad de espuma sobre un paño limpio o una toalla de papel y extenderla sobre el vidrio con movimientos circulares. Luego, déjala actuar unos segundos y retira con un trapo seco o una microfibra hasta que quede completamente transparente.
Vinagre blanco y agua: Mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua en un atomizador. Rocía sobre el vidrio y limpia con un paño de microfibra o papel periódico. El vinagre elimina la grasa y deja un brillo natural.
Jugo de limón con bicarbonato: Combina el jugo de medio limón con una cucharadita de bicarbonato y un poco de agua. Esta mezcla ayuda a quitar manchas difíciles o restos de cal en ventanas y espejos.
Alcohol y agua: Mezcla media taza de alcohol con media taza de agua y una cucharadita de vinagre. Rocía sobre los vidrios y seca con papel de cocina. Este truco ayuda a que el vidrio seque más rápido y sin marcas.
Papel periódico: Después de limpiar con tu producto habitual, pasa papel periódico seco para abrillantar. Su textura ayuda a eliminar residuos y deja un acabado sin rayas.
Agua caliente con detergente: Ideal para ventanas muy sucias. Mezcla agua caliente con unas gotas de jabón líquido, limpia con una esponja y enjuaga con un paño húmedo. Termina secando con microfibra.
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