En ocasiones, muchos han notado que sus hijos no duermen lo suficiente porque se ponen más irritables o les cuesta poner atención en clases. Si tu niño le cuesta levantarse por las mañanas o esta de muy mal humor todo el día, deberías prestar más atención porque el sueño podría ser la causa.
Según la Fundación Nacional del Sueño, los niños pequeños de máximo dos años, deberían dormir de 11 a 14 horas. Los niños que se encuentran en la etapa de preescolares que son los que tienen entre tres a cinco años, deberían dormir aproximadamente de 10 a 13 horas.
Si tus hijos se encuentran en la edad escolar, de seis años, ellos deberían descansar de 9 a 12 horas. Por otro lado, si están en la etapa de la adolescencia que es desde los 13 hasta los 18 años, ellos deberían dormir mínimo ocho horas.
Este horario de sueño puede variar según el niño porque algunos podrían requerir dormir menos y estar perfectamente. Lo importante es que estemos atentos a las señales que presenta el niño, en especial si duerme tranquilo y lo suficiente.
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Según el doctor Daniel Combs, un experto de medicina del sueño pediátrica, es importante prestar atención a las señales que presentan tus hijos. Una de las señales más importante es analizar el estado de animo y el comportamiento.
La falta de sueño puede causar cambios de humor, crisis nerviosas y dificultad al momento de gestionar nuestras emociones. El doctor menciona que “la falta de sueño puede causar mayor hiperactividad, lo que genera preocupación de TDAH”.
Otra señal que deberíamos tener en cuenta es si los niños tienen ronquidos muy fuertes, somnolencia diurna o presentan pausas en la respiración mientras duermen. “Deben ser evaluados por su proveedor de atención médica y podrían necesitar un estudio del sueño”.
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Nos podemos dar cuenta por el rendimiento escolar, ya que el cerebro no aprende y el niño puede presentar problemas de concentración y resolución de problemas.
En caso de que los niños no descansen lo suficiente pueden tener un sistema inmunitario mucho más débil, lo que los hace más propensos a estar enfermos o si llega a subirse de peso es por la falta de sueño, ya que el cuerpo necesita más energía y empieza a querer alimentos azucarados.
El doctor también dice que los niños que pierden sueño podrían no crecer, ni desarrollarse como deberían. Además la privación crónica del sueño se ha relacionado con enfermedades cardiacas o de la sangre.
Finalmente, el doctor Combs dice que las siestas pueden funcionar, pero que sea menos de 30 minutos y antes del final de la tarde, ya que un cerebro descansado retiene mejor la información que uno demasiado cansado.
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