
Hay algunas zonas rurales que gracias a su cercanía con las cordilleras llegan a tener atributos naturales, que atraen a turistas y residentes. Esto sucede en la subregión del norte, la cual se caracteriza por una riqueza hídrica, que agrupa el paso de los ríos Cauca, Nechí, Río Grande, Río Chico, Guadalupe, San Andrés, Valdivia, Espíritu Santo, Ituango y Pescador.
Está zona está compuesta por 17 municipios, de los cuales uno en especial tiene un apodo ‘místico’ que causa intriga y curiosidad. Como lo indica el sitio web Corregimientos de Antioquia, esta parte del departamento se conforma por los pueblos de Briceño, Santa Rosa de Osos, Angostura, Belmira, Campamento, Carolina del Príncipe, Donmatías, Entrerríos, Gómez Plata, Guadalupe, Ituango, San Andrés de Cuerquia, San José de la Montaña, San Pedro de los Milagros, Toledo, Valdivia y Yarumal.
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Según el portal mencionado, en la antigüedad este territorio fue hogar del pueblo indígena Nutabes, que con el paso de los años se forjó una población llamada Higuerón.
Adquirió una devoción y cariño especial por la virgen de Guadalupe de México, por lo que en 1896 cambió su nombre oficial por Guadalupe. Anteriormente, era considerado como corregimiento del pueblo Carolina del Príncipe, hasta que 1964 cobró el reconocimiento de municipio.
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Se denomina la ‘luz entre montañas’, ya que se le reconoce por la calidad humana de sus habitantes, sus imponentes y magníficas montañas, y sus lindos paisajes. Además, se destaca por sus fuentes hídricas bastantes cristalinas en la que dentro del agua se puede ver casi todo. Dentro de este pueblo se puede conocer la represa Troneras, así como la magistral cascada El Salto.
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