Actualmente la presentadora tiene 51 años. Créditos: Instagram @monyrodriguezoficial

Mónica Rodríguez contó las dificultades que pasó como mamá soltera: “No había comida”

La presentadora se convirtió en mamá cuando tenía 22 años y no tuvo el camino fácil.

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Mónica Rodríguez es una de las presentadoras más reconocidas de la televisión nacional, famosa además por su talanta y la forma en la que defiende sus ideales. Sin embargo, detrás de esa fortaleza que proyecta se esconde una historia de vida difícil, que le ha dejado muchos aprendizajes y, en parte, han formado la persona que es hoy.

En entrevista para el podcast de Bravíssimo, la paisa reveló cómo atravesó la época más retadora de su vida: cuando se convirtió en madre soltera y no tenía cómo subsistir.

“Me culpé por no haber escogido un buen papá”, admitió en el espacio.

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La presentadora reflexionó sobre el hecho de que hoy en día se romantiza la maternidad cuando, en realidad, este rol viene con muchas dificultades: “La gente dice ‘qué rico ser mamá’, ‘los hijos son el complemento máximo’”, y lo son, pero también duele afrontar todo sola.

“Claro que muchas veces estuve a punto de botar la toalla, pero no podía porque estaba sola. Cuando uno está en pareja uno puede compartir los problemas y las angustias, pero para mí muchas veces fue difícil”, aseguró.

En este sentido, señaló que está segura de que hay mujeres que se sienten de la misma forma y no lo expresan por miedo a lo que diga la sociedad y la familia.

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La importancia de pedir ayuda

La presentadora contó que eso mismo le pasó a ella. Aunque sabía que su familia estaba dispuesta a ayudarla nunca se atrevió a ser sincera, sentía que “tenía que asumir las consecuencias porque fueron mis decisiones y esa es la vida que yo tenía que vivir”.

“La gente no va a creer esto, pero muchas veces en mi casa no había comida. (…) y el peor error que uno puede cometer es no hablar”, sentenció.

No obstante, con el tiempo y mucho esfuerzo en su trabajo logró salir adelante y, por consiguiente, sacar adelante a sus hijos, quienes hoy le dicen que no les pudo tocar una mejor mamá. Esa es la recompensa.

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