¿Qué hacer cuando un hijo es contestón? Así debería manejar la situación, según experto
Coach familiar dio diferentes consejos para manejar las etapas de rebeldía de los niños y adolescentes.
El coach familiar Gustavo Velásquez enfatizó durante su visita a Inexpertas que, lejos de apaciguar la situación, los gritos suelen agrandar el conflicto.
¿Qué se puede hacer con un hijo contestón?
Velásquez aconseja a los padres dejar de repetir lo que no funciona. Si después de diez veces un regaño no surte efecto, ¿por qué seguir con la misma estrategia?
“Yo le digo a los padres, no casen todas las peleas, hay que saber elegir las batallas, saber qué es lo importante”, afirmó.
El también padre de 6 hijos, aconseja que se debe intervenir firmemente cuando la salud, la vida o los valores inculcados están en riesgo. Sin embargo, discutir por detalles triviales como un peinado o que se meta el dedo en la nariz, aunque puedan ser incómodos y requieran educación, no deben convertirse en el centro de todas las discusiones.
“No podemos estar casando peleas todo el tiempo, a veces siempre centramos los problemas en eso”, afirmó, agregando que esto desgasta y hace que se pierda la perspectiva general.
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Tatuajes y perforaciones en adolescentes: ¿Cómo actuar?
Cuando los hijos expresan el deseo de hacerse perforaciones, la postura de Velásquez es más flexible. Si la petición no implica un riesgo para la salud o una acción moralmente cuestionable, el coach sugiere ser permisivo. “Son cosas que pasan”, indica, siempre y cuando no se trate de algo peligroso o que vaya en contra de principios fundamentales.
En el tema de los tatuajes, si asegura que es mejor conversarlo para dejar claro que es algo que dura para siempre.
¿Qué hacer con la rebeldía de los niños y adolescentes?
Frente a la rebeldía, el primer paso para los padres es no sentirse “malos padres” por las decisiones que sus hijos toman, como tatuarse. En lugar de solo pelear, es fundamental asignar responsabilidades. “Un hijo con responsabilidades tiene menos tiempo y energía para dedicarse a actividades conflictivas o sin propósito”.
Velásquez explica que la falta de responsabilidades puede generar frustración en los jóvenes, ya que nunca han tenido la oportunidad de resolver problemas sencillos por sí mismos. Tareas como preparar el desayuno pueden ser un buen punto de partida.
El peor error de los padres: la ausencia
Para Gustavo Velásquez, el peor error de un padre es estar ausente. Esto no solo se refiere al abandono físico, sino también a la ausencia emocional. Un padre que está presente en casa, pero nunca dedica tiempo a sus hijos, no realiza actividades con ellos o no se involucra en su vida, es un padre ausente. La conexión y el tiempo de calidad son esenciales para construir una relación sólida y una autoridad basada en el respeto y la confianza.
“La autoridad se gana, se conquista”, asegura el coach, quien agrega que la obediencia es una virtud que nace de la confianza en la persona que da la instrucción. Si un padre no da un buen ejemplo, difícilmente podrá exigir obediencia.
