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¿Por qué un niño rechina los dientes dormido? Psicológicos analizan el bruxismo infantil

Algunos niños muerden o rechinan los dientes por la noche. Te contamos la razón y cómo podrías solucionarlo.

Juliana Bueno
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Niña en el odontólogo. | Crédito: Getty images.
El rechinar de dientes durante el sueño, conocido médicamente como bruxismo nocturno, es un fenómeno común en los niños que puede generar preocupación en los padres. Aunque a menudo se manifiesta de manera silenciosa para el niño, los padres pueden notar sonidos de crujido o desgaste en los dientes.

Este hábito no siempre indica un problema grave, pero puede afectar la salud dental, provocar molestias en la mandíbula y en algunos casos, interferir con un sueño reparador. Entender las causas y características del bruxismo infantil es clave para manejarlo de manera adecuada.

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¿Por qué un niño rechina los dientes dormido?

El bruxismo en niños puede tener múltiples orígenes, desde factores físicos hasta emocionales. Entre las causas más frecuentes se encuentran la ansiedad, el estrés, problemas de alineación dental o incluso ciertas condiciones médicas. De acuerdo con los expertos de ‘La clínica dental Barcelona’ el bruxismo infantil puede ser una vía de escape ante tensiones nerviosas no exteriorizadas durante el día.

“En ocasiones, este hábito puede deberse a problemas de maloclusión o mordida cruzada. También puede ocurrir como una respuesta del organismo para estimular la progresión de los maxilares”, explicó.

Finalmente, otra razón por la que los niños hacen esto es porque tienen trastornos de sueño puedes observar si tu hijo rechina más los dientes cuando ocurren alteraciones en sus ciclos del sueño y consultar con el pediatra.

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¿Cómo podemos aliviar el bruxismo infantil?

De igual forma, explican que para favorecer un sueño reparador en el niño, es recomendable evitar que se duerma frente a pantallas o la televisión y limitar el consumo de azúcar u otros estimulantes durante la tarde. Se puede ofrecer una cena ligera y de fácil digestión, seguida de un baño relajante que ayude a preparar el cuerpo para dormir.

Finalmente, antes de acostarse, conviene realizar alguna actividad tranquila, como leer un cuento o cantar canciones, y, si es posible, dar un masaje suave mientras el niño se duerme, para facilitar que entre en el sueño de la manera más relajada posible.

 

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